domingo, 12 de diciembre de 2010

Un nuevo intruso: el video arte




Un Nuevo Intruso: El Video Arte
( Dutch Play, Nuevos Lenguajes en la colección del Netherlands Media Art Institute)
por María Regina Pérez Castillo

Todo parece incomprensible y extraño. De repente accedes a una sala muy oscura donde hay
sonidos inquietantes, algunos ordenadores y otras tantas proyecciones. ¿ Mi consejo? Siéntese
frente a alguna de las pantallas y déjese llevar por lo que quieren decirle todas esas imágenes y
sonidos.
El Video arte se ha colado como un pequeño insecto en el “Sagrado Mundo del Arte” y no lo ha
hecho silenciosamente sino más bien con contundentes temas heavy, música de Britney Spears y
techno. Todo un mundo multimedia puesto a nuestro servicio y volcado en darnos mucho que
pensar.
Es difícil que empecemos a concebir el Video Arte como una disciplina igualitaria a la pintura,
escultura o arquitectura .¿Porqué?
En primer lugar por la novedad del asunto. La televisión hizo incursión en nuestras vidas allá por el
año 1950. Los ordenadores llegaron más tarde pero pisando muy fuerte , entre 1970/1980. Frente a
estos dos novatos, la pintura ya era desarrollada por los primitivos prehistóricos, toda una experta
en esto del arte.
En segundo lugar porque ese mundo multimedia forma parte de nuestras vidas cotidianas. Hoy día
encontramos dos o incluso tres ordenadores y televisiones por hogar, en cualquier esquina, en
cualquier habitación. No solo forman parte de nuestras vidas sino que han sabido devorarlas.
Hablar de un arte fabricado con elementos cotidianos y recientes es poco menos que hablar de nada.
Demosle una oportunidad al Video Arte porque tiene mucho que decirnos, mucho que aportar y que
criticar. Máquinas dotadas de una tecnología que pueden remover nuestros sentimientos.
Propongo dos ejemplos muy claros de calidad en el Video Arte: Everytime de Broersen y Lukács y
Dawn and Dusk de Erwin Olaf.
En Everytime, una idea original de Broersen y
Luckács. Se pone en tela de juicio la compleja
relación del autor con los medios de comunicación de
masas y su interferencia con las identidades del
espectador en la sociedad de la sobreinformación.
El video nos muestra un avatar de un personaje muy
famoso: Britney Spears. La famosa cantante cuya
vida ha sido truncada por los medios de
comunicación que en su momento hicieron de ella
una niña prodigio y ahora la han convertido en una
muñeca rota. Las drogas, la maternidad imprudente y
los escándalos amorosos crearon en la cantante tantos
episodios de ansiedad que ésta acabó rapándose el pelo como símbolo de protesta y liberación
contra aquellos que la habían convertido en una marioneta de teatro. El avatar se presenta ante el
espectador como esa mujer desquiciada y rapada a la cual solo le quedan sus canciones tristes. Sólo
aparece su rostro, esto acerca al espectador que intenta conocer la triste historia de este avatar.
Dentro de esta obra existe un mensaje que es mucho más interesante: un personaje virtual que
simula una personalidad atormentada, cantando una canción cargada con mensaje amoroso e
incluso empalagoso y no es capaz de transmitirnos nada. ¿ Tiene un personaje virtual la capacidad
de emocionar a los humanos? Yo diría que en este caso no, pero está claro que se está trabajando en
ello, sobre todo las grandes empresas de robótica en Asia que ven en ello un filón de muchos
millones de yenes.
Extraemos dos conclusiones claras de esta obra: por una parte encontramos una crítica a la fuerza
que llegan a tener los medios de comunicación de masas pudiendo destrozar la vida de una persona
para alimentar el negocio; por otra parte está el dialogo entre personaje virtual personaje real que en
este caso es un fracaso porque aunque sepamos que la pena inunda a “la muñeca” no consigue
trasmitir esto al espectador.
La segunda obra que me gustaría destacar es un doble video, como un doble corto que se reproduce
de manera sincrónica, su autor es Erwin Olaf. Su título es Dawn and Dusk ( Amanecer y Atardecer).
Olaf es un autor muy proclive a la sangre, el sadismo y el impacto de la fotografía en el espectador.
En este caso consigue ese impacto mediante el video.
El título de la obra ya hace referencia a dos
momentos distintos: el amanecer y el
atardecer. En este caso el amanecer está
relacionado con una familia burguesa rusa y
el atardece con una familia burguesa de piel
negra de los EEUU. Ambas familias se
mueven en torno a los inicios del siglo XX.
Comienza la reproducción y en ambas
películas las acciones son paralelas: una
madre meciendo a su hijo, un bebé, al que le
canta y le arrulla. De repente alguien
comienza a realizar un ruido muy repetitivo y
molesto que provoca el insomnio y los gritos
del pequeño. Aún así la madre sigue
intentando adormecer al niño, casi absorta en
sus pensamientos y ajena al estrepitoso ruido.
El autor está manifestando un claro interés
por el estudio de los roles en la familia: la madre que se encarga del bebé, el padre que trabaja la
madera, el niño que juega con la pelota. Olaf recrea magistralmente el papel de cada uno de ellos e
introduce la crítica voraz. Cada personaje tiene unos parámetros de actuación establecidos por la
sociedad y los llevan a cabo de manera perfecta, impoluta, sin querer invadir el mundo del otro. Son
ni más ni menos que prototipos autómatas.
De repente algo cambia en la historia. El apacible hogar se exalta porque un retrato ha caído en el
suelo y ha asustado a todos sus habitantes. En este momento se produce el terror y la sorpresa del
espectador al descubrir que el rostro del niño negro de Dusk ha desaparecido, mientras el rostro del
bebé en Dawn es una masa informe que se está recomponiendo. La escena es desagradable, muy en
la línea de la colección fotográfica “Royal Blood” de Olaf, pero no podemos quedarnos en la
superficialidad del terror. El rostro que desaparece en un espacio y aparece en otro es como la
información en el mundo actual, como el envío de archivos vía Internet que dejan de existir en un
Pc de Australia para reaparecer en un portátil de Islandia. La reflexión es clara, mediante una
imagen sobrecogedora Erwin Olaf hace que nos cuestionemos el porqué del final de esta doble
historia. La interpretación podría ir encaminada hacia el mundo de la información, la cual muere y
nace a la velocidad del rayo. El invento que posibilita esto es Internet.
Una vez analizadas estas obras no nos parecen tan distantes a la Mujer Llorando de Picasso o al
Saturno devorando a sus hijos de Goya.
Como vemos, el Video arte tiene las mismas posibilidades y el mismo entusiasmo que el resto de las
técnicas, es más, juega con una ventaja excepcional porque controla el mundo auditivo y el visual.
Puede envolvernos y tocar nuestra sensibilidad desde un punto muy diferente al resto de las artes.
Mi último consejo: Siéntese, abra bien los ojos y disfrute...Si lo que ha visto usted no le dice nada
tiene un grave problema.
Domingo, 28 de Noviembre de 2010

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