viernes, 28 de octubre de 2011
ESTAMPA 2011, del Blanco al Negro
IFEMA acoge la feria de arte contemporáneo múltiple “Estampa”, en la que artistas consagrados y
nóveles configuran una muestra heterogénea marcada por el carácter propio e individual de cada
autor.
Del objeto al concepto, de la pintura a la instalación, de la forma a la informa. Esta es la dispar carta
de presentación de la feria de arte múltiple Estampa 2011, una pequeña muestra de las últimas
creaciones artísticas nacionales e internacionales y una atractiva propuesta dirigida a coleccionistas,
aficionados y profesionales del arte.
Las más importantes casas de arte de toda España y el extranjero han participado con energía e
ilusión en este proyecto dirigido por José María de Francisco Guinea, apostando por sus autores
favoritos, a los cuales promueven y acogen durante todo el año a tiempo completo. Esta muestra no
es más que un diminuto ejemplo de la importante labor que llevan a cabo las galerías de arte, siendo
las principales promotoras de las creaciones contemporáneas y haciendo crecer a jovencísimos
artistas que aún no han sido considerados por instituciones de mayor envergadura. Los galeristas
españoles se han plantado con valentía y fuerza frente a los contrariedades económicas y anímicas de nuestros días, manteniendo su nivel de trabajo y apostando por un arte con esencia. De esta forma y como ya había ocurrido en año anteriores, el público ha podido disfrutar de un alto nivel artístico y expositivo. Además Estampa 2011 intentando enriquecer la relación arte-espectador ha completado su programa con actividades de diversa índole como foros de debate, visitas guiadas y talleres para niños.
Una mención especial merece la sección Tentaciones, protagonizada por jóvenes autores que moviéndose en un ámbito muy actual ( video creaciones, instalaciones,...) han sabido reflejar el espíritu de una generación aún imberbe que trae consigo nuevos mensajes y nuevas formas de expresión.
¿Porqué Estampa entre el Blanco y el Negro? Porque las múltiples propuestas han oscilado entre las llamativas pelucas gigantes de Juan, por Dios! hasta la elegancia escultórica de Magdalena f. Merino. La comunicación que establecen con el espectador ambos autores es directa y sencilla pero de antagónica vibración. El joven almeriense Juan Belmonte ha desarrollado una reflexión propia que tiene origen en su estudio/laboratorio de peluquería Juan, por Dios!. Su trabajo establece dos direcciones: el pelo como identificación del individuo y el pelo como protector del mismo. La profundidad de su mensaje supera sin duda alguna la estética propuesta, que puede percibirse como efectista e impactante
a la par que banal y poco esencial. Debemos situarnos en un mundo desolado por la contaminación,
el humo no permite una inhalación corriente y las mascaras anti gas cubren los rostros de miles de personas. Cuando los rasgos humanos han desaparecido a causa de una acción constante
contra la naturaleza, el único identificador de la personalidad es el cabello. En otro terreno se mueven las pelucas gigantes con estructura de medusa madre que evocan por un lado la protección física propuesta por Louise Bourgeois en su araña gigante o “Mamá” y la protección conceptual propuesta por Joseph Beuys en “Silla con grasa”. Tampoco la obra de Magdalena F. Merino pasa desapercibida. Sus pequeñas figuras humanas de bronce y corte clásico se mantienen casi levitando gracias a los basamentos de hierro plenamente integrados en el movimiento. Su complexión es esbelta, atlética y ágil, toda ella puesta al servicio de un mensaje sin grandes pretensiones ni embrollos: el individuo que busca su identidad debe luchar refugiándose en sus recuerdos de infancia, buscando su libertad y persiguiendo sus sueños. La figura humana es la excusa que utiliza Magdalena para desarrollar un concepto universal y casi moralista. Además, destacamos el delicado y minucioso tratamiento de cada pieza que otorga a la obra en conjunto un resultado técnico depurado y elegante.
Entre el Blanco y el Negro encontramos una interesante gama de grises donde se leen los nombres
de Ricardo Calero, Martha Boto o Arnulf Rainer. Todos ellos establecen un estilo tan personal como
inalienable.
Estampa 2011 cierra sus puertas un año más manteniéndose como la segunda feria más importante
de arte contemporáneo en España y demostrando la solidez, profesionalidad y temple de galeristas,
artistas y organizadores.
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